Disponer de un almacén en las condiciones adecuadas supone una fuerte inversión y origina unos costes de almacenamiento. Veamos ahora que alternativas de almacenamiento tiene una empresa según sean sus posibilidades:
Ventajas:
- Control total de las funciones de recepción, almacenamiento y expedición.
- Mayor aprovechamiento del almacén, con el objetivo de reducir el coste de almacenamiento.
- Adecuación del recinto y del sistema de almacenaje a los productos de la empresa.
- El personal y el equipo que manipula las existencias son especialistas en los productos, ya que forman parte de la plantilla de la empresa y los conocen perfectamente.
- Inversión de los terrenos.
- Inversión en las instalaciones y de los medios de transporte interno.
- Costes de almacenaje.
Esta opción consiste en disponer mediante alquiler de una superficie; ese alquiler puede ademas incluir las tareas de recepción, almacenamiento y preparación de pedidos, todo dependerá del coste que se este dispuesto a asumir. Existe una variada oferta, pero destacamos las siguientes:
- Almacenes que se dedican a almacenar productos empaquetados o envasados.
- Almacenes frigoríficos para almacenar productos que necesitan bajas temperaturas para su conservación.
- Almacenes generales donde se almacena todo tipo de productos y de gran variedad; en estos no se requieren condiciones especificas.
- No se requiere una inversión, por lo que los costes que se generan están en función de la mercancía almacenada.
- El coste de almacenamiento se limita al espacio utilizado.
- Flexibilidad tanto en la ubicación de la empresa como en la localización del mercado, ya que no dependen de la situación del almacén.
- Los productos a almacenar se deberán adecuar a las características del almacén y no al revés.
- El personal del almacén es generalista, por lo que no es conocedor de los productos, y esto puede acarrear algunos problemas en el momento de la manipulación de los mismos.
Esta tercera alternativa consiste en la construcción y adquisición de un almacén por parte de una empresa de leasing que posteriormente alquila a otra empresa. Esta segunda empresa lo utilizara como almacén propio hasta una fecha acordada por ambas partes mediante un contrato; tras esa fecha, podrá adquirirlo en propiedad por un valor estipulado en el momento de realizar el contrato, denominado valor residual, o bien, al finalizar el contrato, formalizar otra operación de leasing.
Ventajas:
- La empresa puede controlar las operaciones de almacenaje que se realicen en el mismo.
- Tanto los sistemas de almacenaje como el personal es especializado en los productos almacenados.
- Las empresas obtiene una serie de beneficios fiscales al llevar a cabo este tipo de operación.
- Los intereses para financiar este tipo de operaciones que suelen ser elevados.
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