Las grandes cifras macroeconómicas indican que hemos tocado el suelo de esta recesión que nació en el año 2007. Ocho ejercicios después el movimiento de mercancías aumentará y se beneficiará cada una de las modalidad de transporte. Los almacenes también comenzarán a registrar nuevas peticiones de presupuesto para contratos multicliente a varios años. Todas las compañías, alrededor del comercio exterior, ya han recibido la nueva tendencia desde hace varios meses, pero a partir del 2015 se intensificará. Sin embargo, estas optimistas previsiones dependen de cómo se recuperen las principales locomotoras europeas: Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. Y de las circunstancias puntuales que registren las economías de: Grecia, Japón, China, Cono Sur y Estados Unidos. En este contexto internacional, la industria logística, una vez más jugará un papel primordial en la producción, almacenaje, transporte y distribución capilar de las mercancías en las grandes, medianas y pequeñas zonas de consumo. Por cierto, esperemos, y deseamos, que el precio del petróleo se mantengan en precios del año 2005.
La competencia, la competitividad entre las diferentes compañías que operan en el sector logístico, podrá batirse, como siempre, en una guerra de precios salvaje, en la calidad de los servicios, y cada día más, en la gestión de sus valores añadidos (bienes intangibles). La pregunta es sencilla: ¿Cómo atraigo la atención de un cargador a un operador logístico, a un almacén nuevo, a una consultoría de mejora, a un nuevo paquete de software…etc.?. Los valores añadidos que hay detrás de su marca, de su capital humano, de sus servicios y de la opinión del mercado sobre usted, requieren una gestión profesional, tan habitual como cualquier servicio de mantenimiento en sus instalaciones, como el contable que lleva al día sus apuntes, o el asesor fiscal que le aconseja ahorrar en diferentes materias. Sus bienes intangibles (reputación, prestigio, calidad, buen nombre, reconocimiento de marca, clima laboral, empleados como embajadores de marca, etc.) se la juegan, ante todo, en Internet (Big Data), ese maravilloso canal de comunicación que llevemos todos en el bolsillo a todas horas del día y la noche, de lunes a domingo.
Antes se atrapaba la atención de un cargador con un Comercial agresivo, una oferta ambiciosa en el tender, o quizás una entrevista casual en una feria, congreso o seminario del sector. Hoy, el conocimiento de su marca más sencillo es colocarla en la ventana del buscador de Internet, del buscador de cada red social, y del buscador de recomendaciones profesionales. Es decir, lo último que se leerán será su web. Esta documentación gratuita ya es un estándar eficaz porque en algunos casos sirve para descartar ofertas. Por ejemplo:
- Un operador logístico con una APP activa y actualizada para sus procesos y clientes gana puntos.
- Una red almacenes sin testimoniales de sus clientes en herramientas de recomendación pierde puntos.
- Una flota de transporte que en su twitter corporativo sólo hable de las bondades de un género…
- Una Consultora Logística sin un líder visible en los medios de comunicación…
- Un asesor Supply Chain que no demuestra públicamente su valor añadido…
- Una empresa con jornadas logísticas que aún no realiza sus sesiones en streaming para todo el mundo…
Se trataría de seleccionar aquellas herramientas que brinda Internet para el core business concreto de cada compañía logística. Llamar la atención de un cargador de mercancías requiere de una estrategia global comercial, en la que debe estar Internet. Su web siempre será vista como un catálogo corporativo donde uno habla de sí mismo, siempre bien. Un Blog Corporativo ya es otra historia, se trata de un diario de su valor añadido en el mercado. Y además de su marca, hay que analizar la identidad digital de sus directivos y de sus empleados. Quizás tiene un “influencer” digital entre sus filas y al desconocerlo está perdiendo oportunidades comerciales. La misma sincronización que necesita su SGA con los SGAs de sus clientes, es la que se precisa entre la identidad digital de su empresa y la identidad digital de sus recursos humanos.
Internet ya no es sólo una web bonita, un perfil en twitter, Facebook, una página en Linkedin, un número en la red de mensajería…Internet lo llevaremos en el reloj, en las gafas, en las zapatillas, en el coche, en nuestras casas. La conexión en tiempo real de cada objeto de nuestras vidas personales y profesionales es una “revolución” en los hábitos culturales y de consumo. (El Internet de las Cosas).
La reconversión digital está siendo muy diferente en cada sector económico. La Logística, líder en innovaciones constantes (automóvil), también puede ser sector de referencia en la gestión del cambio en sus bienes intangibles.
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